Ken Mantener la
calma, Montaña
K'an El abismo, Agua.
I CHING -EL
JUICIO:
"La locura juvenil
triunfa. No hay que pedir ayuda al joven inexperto. El debe buscar mi
ayuda. En el primer oráculo lo pondré al corriente. Si él pregunta dos o
tres veces, importuna. Si importuna, no le daré información. La
perseverancia rinde".
En la juventud la locura, la inexperiencia, no es un peligro. Se puede
triunfar a pesar de ella, siempre que se encuentre un maestro experimentado
y se mantenga una actitud correcta a su respecto. Esto significa, en primer
lugar, que el joven debe estar muy consciente de su falta de experiencia y
respetar a su maestro. Sin esta modestia y este interés, no puede
garantizarse que tenga la receptividad necesaria que se expresa solamente en
su respetuosa atención al maestro.
Por ello, éste debe esperar ser llamado en lugar de ofrecerse. Sólo de
esta manera la instrucción puede llegar en la época y el modo correctos. El
maestro contesta la pregunta de su pupilo que debe ser aceptada tan clara y
definitivamente como la de un oráculo; como una llave para las resoluciones
de las dudas y base de decisión. Si se le plantean preguntas poco
inteligentes o que demuestren desconfianza, sólo molestará al maestro. Debe
ignorarlas en silencio, tal como lo hace el oráculo. Sólo con enorme
perseverancia se asegura el triunfo.
I CHING - LA
IMAGEN:
"Un manantial al pie de
la montaña: imagen de la juventud. El hombre superior cultiva su
carácter por la escrupulosidad en todo lo que hace".
Un manantial corre y escapa de la estagnación moviéndose, llenando los
huecos y limando los obstáculos que encuentra en su trayecto. En la misma
forma el carácter se desarrolla no esquivando los obstáculos, sino
sabiéndolos vencer.
I CHING - LAS
LINEAS:
Seis en la base
significa: "Para hacer que se desarrolle un niño es necesaria la
disciplina. Hay que sacar los grilletes. Seguir en ese camino acarrea
humillación”.
La ley es el comienzo de la educación. La juventud en su inexperiencia
se encuentra inclinada a tomar todo con despreocupación. Hay que mostrarle
la seriedad de la vida. Un poco de control a través de la disciplina es
bueno. El que juega con la vida nunca llega a nada. La disciplina no debe
degenerar en tiranía, que tiene un efecto humillante y estropea las
facultades del hombre.
Nueve en el segundo lugar significa: "Soportar a los inexpertos con
dulzura trae buena fortuna.
Saber como tomar a una mujer, trae buena fortuna. El hijo es capaz de
tornar a su cargo la familia".
Estas líneas pintan a un hombre que no tiene poder externo pero que
posee fuerza suficiente para asumir sus responsabilidades. Tiene la fuerza y
superioridad del que es capaz de tolerar con dulzura los defectos de la
inexperiencia humana. Tiene la misma actitud con la mujer, el sexo más
débil. La combinación de estas cualidades lo capacita para tomar la
responsabilidad de dirigir un amplio grupo social con éxito real.
Seis en el tercer lugar significa: "No tomar a una doncella cuando ella
ya vio a un hombre de bronce. Dejarlo tomar posesión de ella. No poner
obstáculos".
Un hombre débil, sin experiencia, pugnando por surgir, fácilmente pierde
su individualidad cuando trata e imitar a un individuo que ocupa una
posición más elevada. Es como una muchacha tratando de destacarse cuando
encuentra a un hombre fuerte. Una aproximación servil no debe ser
estimulada, resulta mala para joven y maestro. Una muchacha gana en dignidad
cuando es cortejada. No es bueno aceptar cualquier cosa que se ofrezca.
Seis en el cuarto lugar significa: "Complicarse con un loco (inexperto)
trae humillación".
Para los jóvenes inexpertos, una de sus entretenciones preferidas es
lanzarse en imaginaciones vacías. Los más obstinados persisten y lo más
seguro es que la humillación los persiga. A menudo el maestro, cuanto
se encuentra enfrentado a tanta obstinación juvenil, no tiene otro recurso
que dejar entregado al obstinado al curso de los acontecimientos, no
pudiendo protegerlo de la humillación que resultará. A menudo es la única
manera de salvarlo.
Seis en el quinto lugar significa: "La inexperiencia similar a la de los
niños trae buena fortuna".
Una persona inexperta que sigue las instrucciones de la misma manera que
los niños está en la senda correcta; el hombre que es capaz de subordinarse
a la autoridad del maestro debe ser ayudado.
Nueve en la cima significa: "Castigar la locura no impide a nadie
cometer transgresiones. Lo único benéfico es prevenirlas".
En algunas ocasiones un loco incorregible debe ser castigado, pero nunca
el castigo debe imponerse con enojo; su objetivo fundamental es impedir los
excesos injustificados. El castigo no es nunca un fin en sí mismo sino un
medio de restablecer el orden. Esto se aplica no sólo a las personas sino
también en el caso de las medidas que toma un gobierno respecto a su pueblo.
La intervención gubernamental debe ser siempre preventiva y tender a la
manutención de la seguridad pública y la paz.