El 23 de junio por la noche pon bajo tu almohada una rama de hiedra común y un papel blanco en el que hayas escrito aquello que te gustaría obtener para mejorar tu vida.
Procura que tu deseo se ajuste a una necesidad real, no que sea tan fantasioso o ambicioso que resulte imposible de obtener.
Y también ten en cuenta que su cumplimiento respete a los demás.
No puedes pedir algo que cause el mal ajeno.
Antes de irte a dormir enciende una vela blanca, deja que se consuma y luego introduce junto al papel y la hiedra la cera que haya quedado.
Acuéstate pidiendo al Universo que atienda tu ruego y da gracias por lo que ya tienes.
Al día siguiente quema el papel y entierra todos los elementos en tu jardín, en una maceta de tu casa o en el campo para que la tierra haga fructificar tus esperanzas.